jueves, 6 de agosto de 2009

MONEDAS, COCHES Y PESEBRE

MONEDAS, COCHES Y PESEBRE * Poeta De Torres

Las monedas formaban un castillo
en la mesa de cuentas de mi estudio
pero eran metal bien aleado
y las torres brillaron por lo sucio.

Mis coches desbordaban por grandiosos,
pues su estirpe era grande y poderosa,
pero el consumo de la gasolina
hizo que el rastro fuera su memoria.

Y asi, una por otra, mis materias,
se fueron destrozando con el tiempo,
dejando los bolsillos carcomidos
con sabor al vacío del gran desecho.

Sin embargo de niño me enseñaron
a rezar una platica sencilla
que transmito por ser tan poderosa
que siempre la recito confundido:

“Ven a mi, Jesús querido,
únete a mi corazón
y es que buscando mi amor
al Sagrario te has venido.
Siendo mi deseo mayor
qie esten los niños contigo
el que Tu estes conmigo
es lo que mas quiero yo”

Han pasado setenta y tantos años
y en estas Navidades, ya de viejo,
mi coche es el transporte vacilante
y mis monedas bailan en el suelo.

¿Qué me queda después de tanta lucha,
diferentes trabajos y viviendas,
operaciones en mi cuerpo esbelto,
poemas al placer y las estrellas?

Pues de aquella oración de siete años
me queda a Jesucristo de Maestro
que me dice: “publica tu experiencia
pues quiero que quien lea sea un niño bueno”

Dame la mano desde la distancia,
la noche en que Jesús nazca en la tierra
y como niños, sin maldad alguna.
oremos porque Todos en El Crean.

Jesús De Torres Cabezudo
España, Alicante, 1 de Diciembre de 2008

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